lunes, 8 de diciembre de 2014
X-mas time
domingo, 2 de noviembre de 2014
7 razones para amar el cine clásico
1. Las historias: Si algo bueno tiene el cine clásico es que hay películas para todos los gustos: desde apasionadas historias de amor como la que viven los protagonistas de 'Casablanca' (1942) hasta el más excéntrico terror de 'La novia de Frankenstein' (1935) o las escurridizas andanzas de gángsters y timadores de 'El golpe' (1973). Además, durante estos años se rodaron muy buenas adaptaciones de míticos libros como 'A sangre fría' (1967), basada en la novela homónima de Truman Capote o 'Al este del Edén' (1955), adaptación del famoso libro del premio Nobel John Steinbeck.
Julie Harris y James Dean en 'Al este del Edén' |
Paul Newman, el galán irrepetible |
Marilyn era (y es) única |
4. La moda: Uno de los secretos de estos enigmáticos actores era, sin duda, su estilo. Y es que hay películas que son un espectáculo exquisito en cuanto a moda se refiere, como es el caso de 'Desayuno con diamantes' (1961), que refleja los lujos y el glamour de la sociedad neoyorquina de la época y que coronó a Audrey Hepburn como un icono de la moda y el estilo.
Audrey Hepburn ('Breakfast at Tiffany´s') |
5. Doblaje: Aunque no hay que perder la oportunidad de disfrutar de los clásicos en versión original, algunas de las versiones dobladas me parecen fascinantes y, al ser remasterizadas para mejorar su calidad de imagen y sonido, volvieron a ser dobladas, perdiendo esa "magia" de las voces de entonces. Con esto no quiero menospreciar a nuestros actores de doblajes actuales, que son auténticos genios del cine, pero creo que los personajes de las películas clásicas deberían seguir hablando como aquellos que les dieron voz en su día.
6. La música: Ya no es solo que el cine clásico nos haya regalado películas musicales maravillosas como 'Sonrisas y lágrimas' (1965), sino que algunas producciones eran acompañadas de impresionantes bandas sonoras que perduran hasta nuestros días, como la famosísima BSO de 'Ben-Hur', las entrañables canciones de 'Mary Poppins' o la mítica canción Moon River interpretada por Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'.
7. Efectos especiales: A lo mejor este punto os parece irónico, puesto que los efectos especiales del cine han ido mejorando con el paso del tiempo, pero estoy hablando en serio. Precisamente el hecho de que los directores trabajaran con pocos recursos y las tecnologías no estuviesen tan avanzadas como actualmente, añaden aún más mérito a los efectos especiales antiguos. Además, aunque algunos destacan por su cutrez, resultan de lo más graciosos y llamativos para los espectadores actuales. Y es que, ¿a quién no le ha sacado una sonrisa las artificiales cuchilladas de la escena de la ducha de 'Psicosis' (1960)?
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viernes, 17 de octubre de 2014
La novela que me hizo llorar por unos asesinos
Escena de 'A sangre fría' (1967), película basada en la novela homónima de Truman Capote |
Imaginaos la situación: dos repugnantes individuos que quieren hacer fortuna, asaltan la casa de la amable y querida familia Clutter, amordazando y asesinando a tiros a los cuatro miembros de la familia que se encontraban en la vivienda. Incluso, le arrebatan la vida a Nancy Clutter, una muchacha de apenas 16 años. Horrible, ¿verdad? Está claro que lo es, al igual que está claro que no es difícil odiar a los criminales, que consiguen escapar de la justicia durante un tiempo. Cuando por fin son capturados, el deseo más común es el de la venganza. Y muchos amigos de la familia Clutter se dieron por satisfechos cuando los asesinos fueron condenados a muerte. Sin embargo, Truman Capote consigue gracias a su pluma algo extraordinario: que el lector empatice con los culpables, con los antagonistas, con los asesinos. Al comenzar el libro, mi mayor deseo era que tanto Dick como Perry pagaran por lo que le hicieron a la pobre e inocente familia Clutter, pero a medida que avanza la novela y el autor va desnudando a los criminales, mostrando aspectos ocultos de su vida y personalidad, hay algo que cambia. Por supuesto que sé que las víctimas son los Clutter y no ellos, pero no puedo evitar mirarlos de un modo distinto. No puedo evitar emocionarme ante algunos episodios de la trágica vida de Perry o de la atormentada personalidad de Dick. Por supuesto que nada de esto justifica el sangriento crimen, pero lo que quiero destacar es que Capote consigue que los lectores nos pongamos en la piel de todas las partes, de todas las versiones. Y es solo así como comprenderemos la historia en su totalidad. Además, la obra hace reflexionar sobre una de las cuestiones más polémicas, sobre todo en Estados Unidos: la pena de muerte. Creo que el autor se posiciona claramente en contra, pues hace mucha incidencia en los sentimientos de Dick y Perry cuando el juez anuncia que son condenados a la horca: horror, agobio, desesperación, indignación, tristeza y resignación. Y creo que, incluso las personas que todavía apoyen esta práctica que sigue aplicándose en muchas zonas del mundo (y que para mí es una barbaridad), sienten compasión por ellos. Incluso puede que, como yo, derramen alguna lágrima por ellos. Y es una sensación rara, porque al fin y al cabo son unos asesinos que han destrozado a una pobre familia. Pero Capote hace que observemos incluso a los individuos más malvados como seres humanos y como personas. Y todo esto con pluma y papel.
domingo, 28 de septiembre de 2014
Y entonces llegó 'Boyhood'
Lo más novedoso y llamativo de este proyecto es que, en los 12 años de grabación, se han mantenido los mismos actores. Las cámaras han podido captar el crecimiento real del protagonista, Mason (Ellar Coltrane), pero también el del resto de personajes como sus padres, interpretados por Ethan Hawke y Patricia Arquette.
Si tuviera que definir 'Boyhood' con una palabra, no lo dudaría: real. Y es que la historia no tiene grandes giros, sino que es cotidiana y real como la vida misma. Esto hace que el espectador se sienta identificado en muchos momentos y que reflexione sobre el paso del tiempo, sobre las relaciones humanas, sobre el presente y sobre el futuro. Y, además, tiene puntos muy divertidos porque los personajes son sencillos y carismáticos.
Aunque la película es larga (165 minutos aproximadamente), el ritmo es ágil y no sobra ni una sola escena. El trabajo de realización es impresionante y la calidad de la imagen se mantiene durante toda la película, a pesar de que años atrás las tecnologías no estaban tan avanzadas. Además, la película está plagada de detalles curiosos que reflejan el paso del tiempo: la evolución de las videoconsolas (desde la Game Boy color hasta la Wii), la música, el cine, etc. En definitiva, 'Boyhood' es un film muy humano que, gracias a un trabajo excepcional y al compromiso por parte de los actores, refleja a la perfección las distintas etapas de una vida. Una vida que cada uno vivimos a nuestra manera, pero que todos tenemos que enfrentarnos a ella tarde o temprano.
domingo, 21 de septiembre de 2014
Escocia al ritmo de The Doors
Es increíble como vemos pasar ante nuestros ojos acontecimientos históricos sin apenas darnos cuenta. Esta misma semana, los escoceses han votado 'No' en el referéndum celebrado para decidir si se independizaban o no de Reino Unido. La tensión ha permanecido hasta el último momento, y la verdad es que los partidarios de la independencia tampoco están tan lejos de sus detractores -un 44,7% frente al vencedor 55,3%-. Desde mi punto de vista, esto es lo mejor que le ha podido pasar a Escocia. Separarse de Reino Unido hubiera sido un tremendo error con graves consecuencias económicas, como mínimo. Me entristece ver como algunas personas creen que separarse de sus vecinos reforzará su identidad como pueblo. Escocia es un lugar maravilloso con personas maravillosas, al igual que Inglaterra o Gales, y el hecho de que estén unidos no va a cambiar eso. Y sí, esto lo aplico también a Cataluña. No sirve de nada crear instituciones como la Unión Europea si muchos de sus integrantes están contaminados por algo tan dañino como el nacionalismo. Las divisiones son absurdas y no hacen más que separarnos a los ciudadanos del mundo cada vez más. Pero, claro está, esto es simplemente mi punto de vista.
Debates aparte, me gustaría compartir este artículo de Phil Bennet fundamental para entender la crisis que asfixia a España y que parece resistirse a marcharse. Fue escrito en el 2010, pero es de esos artículos que nunca mueren, no solo por cómo está escrito, sino por las historias y personajes que lo convierten en algo vivo, persistente, inmortal. Utilizando al pueblo manchego de Villacañas como referencia, el periodista estadounidense explica la crisis de nuestro país vista por sus ojos extranjeros y curiosos.
Y como nunca viene mal algo de música, disfrutad conmigo de la voz de Jim Morrison en 'Riders on the storm', canción que quizá muchos conocéis, entre otras cosas, por aparecer en el videojuego 'Need for speed'. Con canciones así, es imposible no lamentarse -otra vez- por la temprana pérdida de genios como Morrison, Kurt Cobain o Jimi Hendrix (quizá os interese La maldición del club de los 27). Por suerte, siempre nos quedará su música.
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domingo, 24 de agosto de 2014
Sobre cubos de agua y doble moral
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de esta campaña viral (conocida como Ice Bucket Challenge) que pretende recaudar donaciones para las asociaciones que trabajan con personas que padecen ELA y concienciar a la sociedad, ha sido muy criticada. Y cada uno es libre de criticar lo que quiera, yo también soy libre de criticar a los que critican. Sobre todo a esos que parece que no hacen otra cosa que criticar. A esos que utilizan las redes sociales solo para quejarse y para transmitir negatividad. La principal objeción es la siguiente: "En vez de tanto cubo de agua para quedar de buena persona en Internet, dona dinero". Bien, eso es cierto. El objetivo principal es donar. Pero, ¿qué saben todos esos listillos de Twitter si esa persona que se echa encima un cubo de agua (entre los que destacan famosos como David Beckham, Lewis Hamilton e, incluso, Bill Gates) ha donado? De hecho, se supone que en eso consiste el reto, en "mojarse" por los enfermos del ELA, hacer una donación y "nominar" a otras personas para que el desafío se extienda. Y sí, puede que haya famosos que acepten el reto y suban el vídeo por "postureo" y nunca sabremos si han llegado a donar o no, pero lo que está claro es que el hecho de que Justin Bieber se grabe echándose un cubo de agua encima no va a hacer daño a nadie. Porque lo que haga Justin Bieber, Shakira o Cristiano Ronaldo se hace viral. Interesa a mucha gente, ya sea porque nos guste ese personaje famoso o porque le repudiemos. Pero la cuestión es que la gente lo ve. Y si la gente ve esos vídeos, conocerá la enfermedad. Puede que busque información acerca de ella o puede que no, pero al menos ha pensado durante unos segundos sobre esa enfermedad y sobre las personas que la tienen. Y creo que esta campaña mundial gratuita no hace daño a nadie. E incrementa las donaciones por narices. Y ayuda a hacer visible un problema. Ayuda a personas.
El problema es que hay mucha gente que parece que disfruta criticando cualquier iniciativa que intente cambiar algo. Pesimistas que creen que nada se puede hacer por mejorar el mundo, aunque solo sea un poco. Y lo gracioso es que muchas de esas personas que critican a los famosos que hacen este reto supuestamente por "dar una buena imagen", muchas veces son los mismos que comparten fotos en Facebook de perros magullados o niños entubados (fotos muy desagradables e innecesarias) con el propósito de conseguir likes y de parecer solidarios. Un like no va a ayudar a un bebé con problemas de corazón ni va a curar las heridas de un perro maltratado. Un compromiso por parte de la sociedad para dar a conocer una enfermedad de una forma agradable y simpática, sí. Así que basta ya de dar lecciones de doble moral. Cada uno se compromete con una causa como desea. ¿Qué más os da que sea con un cubo de agua helada? Al menos ya se ha dado un paso más. Al menos ya se está haciendo algo. Y sinceramente, ojalá surjan más campañas de este tipo. Ojalá a los famosos les de por tirarse cubos de pintura o por ponerse camisetas de un color determinado para concienciar sobre el cáncer. O sobre el maltrato animal. O sobre la violencia de género. O sobre el Síndrome de Asperger. Y a quién no le guste, que no mire.
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miércoles, 18 de junio de 2014
El relevo
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jueves, 17 de abril de 2014
Gabriel García Márquez, una inspiración
Últimamente, muere mucha gente. Eso parece, ¿no? Políticos, actores, cantantes, modelos... Ya sea por la heroína, por la vejez o "por causas desconocidas", los titulares de la prensa están plagados de nombres de personas conocidas que nos dejan. Twitter, Facebook y las redes sociales en general, se vuelcan con estos famosos que se marchan. Los medios elaboran reportajes especiales sobre sus vidas y galerías fotográficas "de recuerdo". Es cierto que no conocemos a estas "celebridades" personalmente, pero sentimos pena por los familiares y parece que nos cuesta creer que esos rostros conocidos de la televisión se marchen para siempre. Sin embargo, de todos estos titulares, de todas estas pérdidas, hay una que ha caído sobre mí como una losa: Gabo. Sabía que era un hombre anciano con una extensa carrera y una larga vida a sus espaldas e, incluso, sabía que su estado de salud no era el mejor. Pero, aun así, he tenido que ver un maldito titular para creérmelo, para darme cuenta de que este genio ya no está. He tenido que toparme con la maldita noticia para darme cuenta, con tristeza, de que, a partir de este momento, su nombre figurará en las efemérides como uno más. Quizá no tenga mucho sentido que enumere sus obras, sus libros, sus premios y sus logros. Todos los conocemos y los periódicos ya nos lo mostrarán mañana (los digitales, la radio y la televisión ya lo hacen). Lo que sí tiene sentido es explicaros por qué este caballero ha tenido sentido para mí. Ya no es solo que adorara su estilo y su forma de contar la realidad, haciéndola más bella con cada roce de su pluma. No, no es solo eso. Ni siquiera lo más importante es que fuera un buen escritor y un gran periodista. Simplemente, era un hombre inspirador. Su mirada, a veces escondida tras las pequeñas lentes, no necesitaba palabras. Me hizo creer en el periodismo, una profesión de la que muy pocos se han atrevido a hablar con optimismo y con pasión. Para mí, García Márquez era eso, pasión. Él decía que el periodismo era el mejor oficio del mundo, y yo le creí. Cuando leía noticias sobre la caída de ventas de los periódicos, sobre EREs en diversos medios, sobre las terribles condiciones de muchos becarios, sobre la pérdida de credibilidad de los profesionales del periodismo, sobre periodistas secuestrados y asesinados en conflictos armados... él estaba ahí. Sus palabras y su labor me demostraban que merece la pena seguir luchando por la profesión que amas. No importa que te digan que "las cosas están muy mal" si de verdad quieres dedicarte a ello. Él era vocación, ilusión e inspiración. Mi inspiración. Sé que su marcha era inevitable, pero no puedo evitar que me duela casi como si lo conociera personalmente. Solo puedo decirle "gracias". Gracias, Gabo. Gracias por tu inspiración y por hacerme creer en las causas perdidas.
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