Lo más novedoso y llamativo de este proyecto es que, en los 12 años de grabación, se han mantenido los mismos actores. Las cámaras han podido captar el crecimiento real del protagonista, Mason (Ellar Coltrane), pero también el del resto de personajes como sus padres, interpretados por Ethan Hawke y Patricia Arquette.
Si tuviera que definir 'Boyhood' con una palabra, no lo dudaría: real. Y es que la historia no tiene grandes giros, sino que es cotidiana y real como la vida misma. Esto hace que el espectador se sienta identificado en muchos momentos y que reflexione sobre el paso del tiempo, sobre las relaciones humanas, sobre el presente y sobre el futuro. Y, además, tiene puntos muy divertidos porque los personajes son sencillos y carismáticos.
Aunque la película es larga (165 minutos aproximadamente), el ritmo es ágil y no sobra ni una sola escena. El trabajo de realización es impresionante y la calidad de la imagen se mantiene durante toda la película, a pesar de que años atrás las tecnologías no estaban tan avanzadas. Además, la película está plagada de detalles curiosos que reflejan el paso del tiempo: la evolución de las videoconsolas (desde la Game Boy color hasta la Wii), la música, el cine, etc. En definitiva, 'Boyhood' es un film muy humano que, gracias a un trabajo excepcional y al compromiso por parte de los actores, refleja a la perfección las distintas etapas de una vida. Una vida que cada uno vivimos a nuestra manera, pero que todos tenemos que enfrentarnos a ella tarde o temprano.
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