Parece que toda estrella del rock que se precie debe estar en el punto de mira tanto en el escenario como fuera de él. Canciones llenas de fuerza y sentimiento, pasión ante el público, amor por la música y polémica, mucha polémica. Cantantes como Jimi Hendrix o Jim Morrison cumplieron estas reglas al pie de la letra, alimentando el mito de la rebeldía y fugacidad de la vida de los rockeros. Hendrix, para muchos (como la revista Rolling Stones) el mejor guitarrista de todos los tiempos, tuvo un final de antihéroe: murió ahogado en su propio vómito tras mezclar somníferos con alcohol. Jim Morrison también falleció ahogado, aunque esta vez en su propia bañera (algunas versiones apuntan a que fue un suicidio mientras que otras sostienen que fue una sobredosis de heroína la que se llevó al líder de “The Doors”). Muy lejos de esa bañera de aquella casa de París, otras aguas inundaron los pulmones de un dios de la música: las de la piscina de Brian Jones, músico y fundador de “The Rolling Stones”, que pereció ahogado tras un supuesto ataque de asma. Pero, de lo que no cabe duda, es que el miembro más simbólico del “Club de los 27” es el enigmático Kurt Cobain, cantante del grupo grunge “Nirvana” y autor de himnos de la Historia de la música como “Smell like teen spirit”. A pesar del cariño que le dedicaban sus fans y del éxito que alcanzó con sus composiciones, Kurt nunca fue feliz del todo. No estaba conforme con la vida ni con los que la manejaban, y por ello recaía continuamente en sus adicciones: alcohol y drogas como la heroína. Sufrió graves depresiones y tremendas crisis de estrés, aunque se esforzaba al máximo para que el público al que tanto debía no lo notara. No obstante, en abril de 1994 Cobain escapó de la clínica de desintoxicación de California en la que estaba internado hasta que unos días después, apareció su cadáver junto a una escopeta y una nota en la que se despedía de su esposa Courtney Love y de su pequeña hija Frances. La maldición de los 27 afectó a estos reyes del rock, pero no sin antes llevarse a grandes féminas. Janis Joplin fue todo un símbolo musical pero también una de las caras más conocidas del movimiento hippie de los 60. Luchó por los derechos de las personas y transmitió paz con su música y con su mirada. Fue una mujer amada por la vida y que amó la vida, aunque también protagonizó una fatídica muerte. Sí, exactamente a la edad de 27 años, el cuerpo de Joplin fue hallado sin vida a causa de una sobredosis de heroína (aunque las circunstancias exactas de su muerte son todavía confusas). Y así, de forma repentina, el mundo se quedó sin una voz prodigiosa y el cielo ganó una estrella más.
Mural de Jim Morrison y Janis Joplin (Photo by Franco Folini) |
"Back to black" llevó a Amy al estrellato. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario