sábado, 17 de marzo de 2012

Huelga del 29M: el "derecho impuesto"

Pitidos, pancartas, lemas... Estos son los ingredientes del plato que está hirviendo en España.
Una polémica reforma laboral se ha traducido en estos últimos meses en multitudinarias protestas en las calles; calles surcadas por aglomeraciones de personas que muestran su rechazo hacia dicha reforma.

Según sus creadores, el único objetivo de la reforma es crear empleo. Sin embargo, parece que millones de españoles no están de acuerdo. Yo no me incluyo. Siendo franca, he de reconocer que no he analizado a fondo los puntos de la reforma, pero no me parece tan maligna como muchos sostienen. Al menos, no en todos sus puntos. En mi opinión, es importante que se incentive y beneficie también a los empresarios y no sólo a la "clase obrera". El empresario es una figura constantemente desprestigiada y demonizada, parece que al nombrarlo estamos hablando de Botín o millonarios que explotan a sus empleados, pero no es así. También es empresario el dueño de la humilde tienda de comestibles de la esquina. Y, a decir verdad, creo que muchos autónomos se han sentido desamparados en numerosas ocasiones, e incluso han perdido ingresos (o más drásticamente, se han arruinado) porque alguno de sus empleados decidió "chupar del bote" (una expresión que me parece muy fea pero que me veo obligada a decir). No es mi intención exponer durante un largo rato mi postura respecto a la reforma laboral, porque lo cierto es que no se sitúa en ninguno de los extremos. Hay empresarios explotadores y los hay que simplemente desean sacar su negocio adelante honradamente, al igual que hay trabajadores que presionan a sus "jefes" acogiéndose a no se qué leyes y empleados que trabajan adecuadamente para llevar una vida digna. Aunque creo que ya es hora de que se preste atención a empresarios y autónomos, máximos generadores de riqueza en nuestro país, eso no debe en ningún momento degradar los derechos de los trabajadores por los que se ha luchado desde la Revolución Industrial. Simplemente debe constituirse un clima de trabajo adecuado en el que empresario y trabajador mantengan una relación de respeto y ambos sean fieles a sus "contratos": que el empleado realice bien su trabajo y que el empresario le otorgue la remuneración correspondiente.
Oh, inciso... me disculpo. No he podido evitar explayarme un poco al exponer mi opinión. Pero realmente, el tema principal de esta entrada no es la reforma laboral en sí misma, sino la Huelga general del 29 de marzo.Derecho a manifestarse, derecho a hacer huelga, derechos. Es fundamental que estos derechos sean respetados. Los sindicatos convocaron en recientes manifestaciones (realizadas el 11 de marzo, día de conmemoración y recuerdo de las víctimas del atentado terrorista "11-M") una huelga general para el próximo día 29. Me parece perfecto que quien secunde esta huelga, la lleve a cabo. Me parece muy adecuado que quien desee mostrar su rechazo a la reforma laboral decida no ofrecer sus servicios el día 29 de marzo. Me parece correcto que las personas puedan ejercer su derecho a huelga libremente.
Pero, ¿qué sucede con los que no son partidarios de la huelga?
Me desagrada que una huelga general fuerce a todos a realizarla. Hay personas que sí están de acuerdo con la reforma laboral y, por tanto, no quieren manifestar ningún tipo de rechazo hacia la misma por medio de huelgas y manifestaciones. También hay personas que, aunque puede que no apoyen a dicha reforma, no sean partidarios de cesar sus servicios en plena crisis. Hacer huelga supone la pérdida de los ingresos de todo un día, y eso ha de ser una elección libre.

La huelga es un derecho, no una obligación. No obstante, toda persona que elija desempeñar su trabajo el 29M será víctima de recriminaciones, agresiones o desperfectos en su comercio. Por tanto, de una manera o de otra, lo que por definición supone un derecho para toda persona, se transforma en una obligación.

Este panorama se repite con cada huelga general convocada, independientemente de lo que defienda. La cuestión es que no se está respetando la libertad, y realmente es una cuestión de la que se habla poco y que a mí me desagrada enormemente.

Eso hace, a mi parecer, que la causa por la que batalla esta huelga pierda sentido, sea cual sea.


Se reivindican unos derechos mientras se mancillan otros. Paradójicamente real.



Firmado: Lidia.

2 comentarios:

  1. es cierto que la figura del empresario está demonizada (yo el primero que la demoniza), porque piensa en el empresario explotador, el que te paga una miseria por horas y horas de trabajo... pero interesante tu punto de vista del empresario en general. Sobre la huelga del 29-M estoy de acuerdo. No se puede "obligar" a nadie a manifestarse en contra de nada, porque haciendo eso pierdes todos tus argumentos, y porque pienso que a esta reforma laboral no se la ha dado tiempo, lleva 2 días en la calle y ya manifestación, habría que dejarla que madurara para ver si da frutos. Tanto en forma como en fondo gran artículo Lidia ;)

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  2. Carlos, muchas gracias por aportar tu opinión.
    Coincido contigo, está claro que en España (y en todos los lados) tenemos al típico empresario que explota a sus trabajadores por un mísero sueldo o que contrata a jóvenes por unos meses y después no les renueva el contrato. Pero al igual que empresarios "malos" también los hay honrados que simplemente quieren sacar adelante su comercio para ganarse el pan para sus hijos. En definitiva, que no se puede generalizar, hay empresarios buenos y malos, al igual que hay trabajadores competentes y los hay vagos y que se aprovechan del "jefe". Lo que hay que hacer es fomentar la innovación de los empresarios y la competitividad y el rendimiento de los trabajadores, pero siempre manteniendo un "sano" clima de trabajo en el que prime el respeto y las buenas condiciones laborales.

    Y sí, todo el que quiera manifestarse o hacer huelga está en pleno derecho, pero no es justo que "arrastre" a los demás. Como tú dices, está ensuciando sus argumentos y perdiendo la razón, porque parece que quiere imponer a la fuerza su causa.

    Gracias de nuevo por tu comentario. ¡Un saludo! :)

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